Se acaba el invierno, vuelven los días grandes, el sol, el verde, no se me ocurre más............
Ha sido duro, nevó más de lo habitual. Pero vendrá la primavera de nuevo y lo cambiará todo.
Sajambre se despierta de la nieve pero esta vuelve una y otra vez. A estas alturas ya le queda los últimos rescoldos.
Pero nos ha dado momentos espectaculares. Ya pensabamos que con lo del cambio climático no volveriamos a ver estas estampas.
Esperemos que este verano el nevero de La Forcadona no tenga el aspecto tan desolador del año pasado.
La nieve está muy acuosa, apenas ha helado y te hundes. Por eso creo que no aguante mucho.
Vivimos tiempos cobardes, en los que se ataca a los más débiles y no hacemos nada. Me da verguenza no saber que hacer.
Me escondo en el monte. Pero algún día recordando a los maquis que mataron en la posguerra saltaré.
Sólo espero llegar a tiempo a ninguna parte.
Desde Oseja de Sajambre bajamos a Gijón.
Mar y montaña ese parece ser mi destino y mi fuerza. Pero me queda la ilusión de la razón. No todo está perdido.
Nos quedan los colores del viento. Tu ya me entiendes. O eran los sonidos del viento, que mas da.
La solución puede que parta de nosotros mismos, igual necesito un psiquiatra, quizá me estoy volviendo loco.
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