domingo, 20 de octubre de 2013

Entre Carombo y Arcenorio.




Seguimos caminando por esos montes. Desde Vegabaño bajamos a Carombo.





Mientras contemplamos la chimenea humeante del refugio. Las mañanas vuelven a ser frías.




Carombo es el reino de la exuberancia vegetal. Aquí el hombre no tiene la última palabra, sólo las vacas de Amieva pacen algún recoveco que nos deja pasar.





Pero hoy no vamos hacia La Jocica y el valle de Angón. Queremos subir al Frade. Al refugio del antiguo ICONA.




Tenemos como compañeros a Beza y Canto Cabronero.





Ascendemos en sentido inverso al cauce del río camino del Frade.




También vemos a nuestra derecha La Cotorra.





No me extraña que los venados se encuentren aquí en su salsa.





Es una zona que te sorprende y fácil de seguir. Vegabaño-Carombo-El Frade-Vegabaño.




Al fin vemos el refugio. La subida se hace larga aunque no sea excesivamente dura.




El tramo Carombo-El Frade era la primera vez que lo hacía. 




Bajamos ahora por Cuesta Fría hacia Vegavaño.





Unos días después nos vamos a Arcenorio.





Comenzamos el recorrido en Les Bedules para seguir hacia Granceno,





La Palanca, La Guaranga y por fin Arcenorio.





Un recorrido de unos 30 kilómetros ida y vuelta. Y que no te de problemas la rodilla. Pero seguir si, hay que llegar.




Esta publicación quiero que sea un homenaje a Iván Gomez Mendoza. Un enamorado de esta zona y que perdió la vida en un desgraciado accidente de trabajo. Cuando un chaval de 26 años se muere , te queda la sensación de lo injusto que es la vida. Además siempre se van los mejores. 





Toca seguir, caminando y disfrutar de los paisajes, no queda otra. 




Así se veía la guerra desde los fortines de La Guaranga. El felechu era el enemigo.



sábado, 21 de septiembre de 2013

Circular a Collado Jermoso entre la niebla.





Es un día cualquiera al final del verano.





Salimos de Cordiñanes para subir por La Rienda de Asotín a La Vega del mismo nombre. Y desde allí accedemos al refugio de Jermoso.





Nos lleva algo más de tres horas la ascensión al refugio. 





Mientras esperamos que despeje para poder contemplar todo el valle de Valdeón comemos un pincho para recuperar fuerzas.





Estamos a cuatro grados y hay que caminar por las nubes para combatir el frío.





Y eso que en el refugio Pablo nos ha dado un café bien calentito para entrar en calor.





Esto fue lo máximo que pudimos contemplar del valle de Valdeón.





Dejamos Jermoso para volver por Las Colladinas , Liordes y El Sedo de Remoña hacia Cordiñanes.





Se nos congelan las manos subiendo a Las Colladinas.





Seguimos camino de Liordes sin que las nieblas nos den respiro aunque parece que aumenta algo la temperatura.





"Después de una colina otra colina, después de un valle otro valle, después de un camino otro camino".




Le pregunto a mi compañero de excursión: ¿Y después de un prao?




Contestación: "otro prao".





Conclusión: mi compañero comienza a estar un poco cansado.





Y es que Picos es Picos y siempre puede contigo. 





Desde Las Colladinas bajamos a Liordes para continuar por el sedo de Remoña. Siempre voy por aquí porque la canal de Pedabejo es mucho más larga y apestosa.





Desde Remoña dejamos la pista que va al puerto de Pandetrave a la izquierda y tiramos por el sendero que nos lleva a Valdeón.





Bajamos hasta Cordiñanes que nos lleva un buen rato, eso sí comiendo arándanos y berbiendo en la fuente que hay al inicio del pueblo.




viernes, 13 de septiembre de 2013

En el Torrecerredo el techo de Los Picos de Europa.






El Torrecerredo es la cumbre más alta de Los Picos de Europa. Y ya le tenía ganas. Pero todo requiere su esfuerzo.

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Salimos de Poncebos a las seis de la mañana. Subimos hacia Bulnes en mitad de la noche. Vemos las estrellas, me duelen las piernas pero hay que seguir. Temperatura sobre 9 grados, sólo se escucha al río.






Hora y cinco minutos hasta Bulnes, dos horas hasta el inicio de la canal de Amuesa, y una hora más culminar la apestosa canal. Sin duda el tramo más duro del ascenso hacia el refugio de Cabrones.





Desde Amuesa seguimos hacia la cuesta del Trave camino del refugio. 





Ahora toca pelear con la caliza ya dejamos atrás la pradería y nos dejamos seducir por la roca.





Llegar a Cabrones cuatro horas y 45 minutos. Este sitio siempre te llama la atención.





Atravesamos todo el Hou de Cabrones mientras los de mochileros de la TPA están grabando. 





Ascendemos camino del Hou Negro, entre el Pico de Cabrones y el Torrecerredo.






Dejamos el hou Negro a nuestra derecha y seguimos camino de nuestro objetivo del día el Torrecerredo.




Después de seis horas llegamos a la base del Torre. El año pasado llegamos hasta aquí. Este año toca intentarlo.





Dejamos la mochila al inicio porque bastante tenemos con subirnos a nosotros mismos. Aquí no creo que nadie nos robe. Es la solidaridad de los montañeros, la solidaridad en el sufrimiento compartido.





Seguimos los hitos aunque es fácil perderlos. La ascensión resulta mas sencilla de lo que pensaba. Al final tienes que comprobar las cosas por ti mismo, de nada vale lo que te digan.






Nos queda el último tramo de la ascensión pero se sube bien sin complicaciones.





Estamos a 2648 metros, el punto más alto de Los Picos de Europa. La sensación no sé es indescriptible. Como dice alguien que conozco bien, "impresionante".






Al fondo el mar, no tengo palabras.




El macizo occidental y en medio la canal de Dobresengros,





Habrá que volver, se me quedaron muchas imágenes en el tintero. 





Hay que pensar en la bajada no es lo mismo que subir y hay que hacer frente al vacío.





Pero con cuidado no hay demasiado problema. La bajada en más sencilla de lo que pensaba. Tiene muy buenos agarres.















Por fin llegamos todos al hou de Cerredo sin incidentes. Pero con la sensación de haber cumplido una misión. Ver el mundo desde el punto más alto de Los Picos de Europa. Para muchos no tendrá mucho valor para mi si.







Desde el hou de Cerredo vamos ahora por la Brecha de Los cazadores camino del refugio de Urriellu a los pies del Picu.










En Pandebano acaba una excursión de casi doce horas que comenzó en Poncebos. Desde menos de 200 metros hasta los 2648 metros del Torrecerredo. Sólo sé que el próximo año habrá que repetir. Ha sido una experiencia fantástica. Y por eso mismo habrá que repetirla. Y sobre todo tus límites no los pones tu los pone el mundo que te rodea.





Al final lo más importante son las pequeñas cosas. Vive y deja vivir.