jueves, 2 de mayo de 2013

Comenzando mayo en el agua

 

Comenzamos mayo entre las nieblas de Covadonga, 




y el azul intenso del acuario de mi ciudad. Al final todo es agua, todo es vida.




Día de agua, nieblas e intensas lluvias que nos hacen volver a nuestros orígenes, por eso mi tierra es verde, y me sigue sorprendiendo tantos años después.



Pero hoy nos acercamos a la fauna marina. Nunca había estado, pero merece la pena a pesar de los 14 euros que cuesta la entrada.



Me gustaría ser tan transparente como ella, ver el intenso azul de la vida, y quitarme todas las capas que me confunden y me engañan.



No sé si me ves, yo me gano la vida escondido, no quiero que me vean, disimulo todo el rato, por si alguien pasa, ya sabes.



Llegamos al mundo del tiburón blanco, el es el rey, impresiona, te sientes muy pequeño a su lado, casi coges entero en su estomago. 



Estás en la cima de la cadena, sólo te superan las aletas de tiburón en un restaurante japonés. 



Ya notaba yo que la mirabas de una forma especial. Después pasó lo que tenía que pasar, pero eso no se puede reproducir, forma parte de tu intimidad. 



No es la danza del vientre, simplemente estamos tomando el Sol. Estamos secando, pero no estamos borrachos, estamos mojados.



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